La limpieza de techos es un aspecto que no debe olvidarse cuando damos un repaso general a la casa. Y es que los techos a pesar de no ser zonas tan visibles como paredes o suelos también necesitan un buen acondicionado de vez en cuando. Polvo, suciedad e incluso algunos insectos pueden quedar atrapados en las partes más escondidas de tu hogar. En este post te enseñamos algunas pautas para que te pongas manos a la obra, ¡no hay excusas!
1. Marca un calendario
Lo primero es determinar con qué regularidad realizarás la limpieza de techos. No es lo mismo limpiar un espacio u otro dependiendo de la actividad que se realice en él, la cantidad de personas que lo utilicen, si hay aparatos de aire acondicionado o rejillas, lámparas grandes… También vigila cuando haya manchas o el techo esté cambiando de color.
Teniendo en cuenta todos estos aspectos fija la regularidad con la que harás esta tarea y tómalo como una costumbre.
2. Tipos de techos
Existen distintos tipos de techos y por ello distintas formas de limpiarlos. Falsos techos, escayola, techos desmontables, lavables, con cristal… ¿Cuál es el tuyo?
En los falsos techos se acumula todo tipo de suciedad e incluso insectos. A menudo no se presta la atención a este tipo de techos, un grave error porque la cámara entre el techo original y el falso techo suele ser desmontable, lo que facilita su limpieza. Lo mejor es contar con una empresa especializada en estos servicios como Alfham, ya que puede resultar una tarea bastante laboriosa y compleja sin los materiales necesarios.
Otros de los techos más comunes son los que están fabricados en escayola. A pesar de dar un aspecto muy elegante a la casa tienden a acumular la suciedad con mucha facilidad. Lo ideal es limpiar el polvo que queda atrapado en las piezas de escayola (adornos, ribetes…) con una bayeta un poco húmeda o un plumero.
Para quitar las manchas complicadas del techo lo mejor es utilizar una bayeta humedecida en agua caliente con vinagre o jabón y fregar poco a poco por tramos, aclarando con otra bayeta con agua limpia tantas veces como haga falta.
3. Lámparas y aire acondicionado
Ten en cuenta los objetos del techo, como grandes lámparas, rejillas y aparatos de aire acondicionado. Limpiar el techo pero dejar estos elementos olvidados sería realizar el trabajo a medias. En otro artículo ya te contamos la importancia de mantener el aparato de aire acondicionado limpio y cómo hacerlo.
Las lámparas deben limpiarse con cuidado, especialmente si son de un material delicado. Utiliza un plumero para quitar el polvo y un paño húmedo para eliminar la suciedad.
4. Cuidado con los muebles y suelos
Cuando se está realizando la limpieza de techos se suele olvidar que toda la suciedad que se limpia cae hacia abajo manchando el suelo y los muebles. Por ello, antes de comenzar con el techo lo ideal es cubrir con telas o plásticos los muebles y el suelo, retirar alfombras, etc. Así evitarás que se llenen de polvo.
5. Déjalo en manos de profesionales
Si no tienes tiempo o tu casa es bastante grande siempre puedes dejar en manos expertas esta tarea. Eso sí, debes informarte bien antes de contratar estos servicios y valorar todas las opciones posibles.
¿Vives en Barcelona o alrededores? En Alfham tenemos más de 20 años de experiencia en el sector y realizamos tratamiento tanto de techos como de luminarias. También realizamos servicios de limpieza integrales de oficinas, despachos, colegios, guarderías, zonas comunes de grandes superficies y otro tipo de construcciones. ¡Cuéntanos qué necesitas y realizaremos un plan a tu medida!