Cuando hacemos las tareas de la casa a menudo cometemos errores de limpieza que pasamos por alto. A continuación te contamos cuáles son los más comunes, ¡seguro que se te escapa alguno!
Dejar el suelo para el final
Uno de los errores de limpieza más habituales, y que seguro que has cometido alguna vez, es empezar a limpiar el polvo por los muebles, estanterías y el resto de superficies dejando el suelo para lo último. ¿Por qué es un error? Pues porque toda la suciedad y polvo acumulado en el suelo puede desplazarse hacia arriba al barrer o pasar una mopa volviendo a manchar lo que ya habías limpiado previamente.
No seguir un orden
Normalmente cogemos el trapo y empezamos a limpiar por donde pillamos, pero siempre es recomendable seguir un orden de limpieza que vaya de arriba a abajo. Tras el suelo, lo siguiente que hay que limpiar son las superficies de muebles y estanterías que se encuentran más arriba e ir descendiendo, así se evita que el polvo caiga sobre las superficies que ya se han limpiado.
Utilizar los mismos productos y bayetas para todo
Otro de los grandes errores de limpieza es usar los mismos trapos, bayetas y productos para limpiar toda la casa. Por ejemplo, aunque parezca obvio, las bayetas y estropajos de la cocina no deben usarse en el baño y viceversa. Tampoco deben utilizarse los mismos limpiadores, hay superficies especiales y delicadas que requieren de un tratamiento distinto, como la madera natural o el mármol. Conviene invertir en ellos antes de estropear muebles o suelos sin remedio.
Querer hacer todo en un día
¡Es imposible! Intenta crear un calendario por zonas y acorde a tu tiempo disponible. Querer limpiar todo de golpe además de agotador es bastante ineficiente. Es mejor tardar más y limpiar cada zona de manera correcta y profunda.
No secar después de limpiar
Los muebles, encimeras, mamparas, ventanas y suelos suelen dejarse secar al aire tras limpiarlos con un producto líquido, pero esto podría ocasionar marcas indeseadas al secarse. Lo mejor es retirar la humedad de las superficies con una bayeta o mopa seca de microfibra, de esta forma quedará perfecto y libre de manchas.
Aplicar el producto directamente sobre las superficies
Por lo general, los limpiadores deben echarse sobre trapos y nunca directamente sobre las superficies, a menos que las instrucciones de uso indiquen lo contrario (¡lee siempre la etiqueta!). Una aplicación directa continuada podría dañar los muebles debido a las propiedades abrasivas que contienen algunos productos.
Limpiar los cristales en días soleados
Nunca limpies los cristales si da el sol directamente sobre ellos. ¿Por qué? Primero porque el limpia cristales se secará muy rápido y no dará tiempo a eliminar el producto correctamente con el trapo, y segundo, porque el reflejo hará que no veamos bien las manchas que queremos quitar.
El teclado, el gran olvidado
¿Sabías que el teclado del ordenador es uno de los lugares que más bacterias alberga? Nadie suele acordarse de él pero con el paso del tiempo acumula gran cantidad de polvo y suciedad en su interior. Basta con darle la vuelta y pegarle unos golpes en la parte trasera par ver la cantidad de cosas que salen. Con un bastoncillo y un producto desinfectante se pueden limpiar los recovecos con más facilidad.
Aplicar ácido sobre el mármol
El uso de trucos caseros y soluciones ácidas sobre el mármol, como el vinagre, limón, bicarbonato y otro tipo de productos de limpieza general puede terminar dañando el mueble. Lo mejor es limpiarlo únicamente con agua y jabón neutro de forma muy delicada.
¿Te ha resultado útil el artículo?, ¿cometes alguno de estos errores de limpieza? Si además buscas una empresa de limpieza en Barcelona en Alfham estamos para escucharte. Escríbenos o llámanos y te asesoraremos sin compromiso.