Ha llegado el verano y es época de vacaciones para muchos. Si en tu casa de veraneo tienes una piscina, ya sea fija o desmontable, necesitará un buen mantenimiento para poder disfrutar de ella. En el siguiente post te contamos cómo hacerlo paso a paso y los productos necesarios. ¡Toma nota!
Las piscinas desmontables son la opción más económica y cómoda. Existen distintos tamaños, desde los más pequeños para bebés hasta otros más grandes para toda la familia. Tras usarla en vacaciones simplemente hay que desmontarla y dejarla guardada hasta el próximo año. Pero…¿qué pasa después?
Lo primero es eliminar cualquier resto de polvo o suciedad que se haya acumulado durante el tiempo sin actividad con agua y un jabón suave. Si estaba guardada en una caja es posible que se haya conservado en mejor estado y la limpieza sea más rápida. Después toca ponerse manos a la obra y colocarla en el jardín o terraza comprobando que la estructura siga en perfectas condiciones. Una vez montada… ¡toca llenarla de agua!
Para que el agua se mantenga saludable y no acumule bacterias es necesario la utilización de algún producto que ayude a desinfectarla. Actualmente existen varias opciones:
-
Cloro: existe cloro líquido para piscinas, cloro en pastillas o en polvo. Los efectos de cualquiera de ellos son similares, aunque unos actúan de forma más rápida que otros. Lo más importante es el cloro no entre en contacto directo con las paredes de la piscina desmontable ya que podría dañarlas. Sigue las instrucciones que indique el fabricante.
-
Sal: cada vez es más frecuente utilizar sal para desinfectar el agua de la piscina, puesto que a diferencia del cloro no es nociva ni irritante, especialmente para la salud de los niños.
-
Oxígeno activo: el oxígeno activo para piscinas actúa sobre los restos orgánicos del agua y acaba con ellos de forma ecológica. Lo mejor es aplicarlo cuando se pone el sol, ya que se evapora fácilmente. Lo encontrarás tanto en pastillas como en líquido.
Mantenimiento diario de piscinas
Siempre es útil tener una red a mano para ir recogiendo las hojas, insectos y otros residuos que se puedan colar en nuestra piscina. Por la noche o en los días que no se utilice (lluvia o mal tiempo) se recomienda cubrirla con un protector para evitar que caiga más suciedad y siempre esté lista para usarla.
El filtrado del agua es otro de los puntos más importantes. Si vas a utilizar la piscina durante un largo periodo de tiempo (3-4 meses) hazte con un buen sistema de filtrado para eliminar la suciedad que se vaya quedando en el fondo. Los filtros suelen ser de arena, material que retiene eficazmente la partículas y depura el agua.
Tampoco debes olvidarte de analizar diariamente el pH, esto evitará daños en la piel. El valor debe encontrarse entre 7,2 y 7,6. Para evaluar este índice hay que utilizar un equipo de análisis de agua o distintos accesorios de uso muy sencillo como kits para la medición, tiras para análisis, medidor electrónico, lector digital… Si el resultado que nos da no es el adecuado, debes aplicar en el agua un minorador o un incrementador de pH, siguiendo las instrucciones que marque el producto.
Mantenimiento semanal de piscinas
Si has ido realizando correctamente el mantenimiento diario, una vez a la semana solo tendrás que llevar a cabo una sencilla lista de tareas:
-
Es aconsejable limpiar las paredes y fondos, para ello puedes utilizar un aparato limpiafondos.
-
Después higieniza el filtro para que siga realizando su función correctamente, piensa que esto es de vital importancia, ya que si tenemos limpia el agua, un filtro sucio puede estropear el trabajo realizado.
-
Por último vuelve a tratar el agua para que continue desinfectada y libre de bacterias una semana más.
¿Listo para disfrutar de tu piscina? Y si además buscas más consejos de limpieza o una empresa especializada no dudes en escribirnos.
