Al pensar en ambientes ideales siempre nos imaginamos habitaciones con bonitas vistas y amplias ventanas que nos protegen del frío, la lluvia y el viento en invierno, e iluminan las estancias en los días más soleados. Por ello, la limpieza de cristales es una tarea necesaria para permitir que la luz natural entre en los espacios interiores además de crear una buena imagen.
Pero limpiar cristales, aunque parezca una tarea fácil, no lo es tanto, pues es bastante laborioso y muchas veces es complicado obtener buenos resultados. Hoy te contamos cómo se realiza una limpieza profesional de cristales y por qué deberías contar con un buen centro especializado. ¡Toma nota!
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Cuando se habla de limpieza de cristales también debe incluirse la limpieza de marcos, tiradores, perfiles de las ventanas y persianas. Nunca se deben limpiar los cristales aisladamente salvo si se trata de realizar un repaso concreto en algún punto del cristal cuando aparece una mancha o una huella, por ejemplo.
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Lo primero es retirar visillos, cortinas, barras o estores y comenzar por la limpieza de los marcos interiores. Además si la ventana es corredera y tiene carriles, se procederá a retirar el polvo de los mismos con un aspirador especial para poder acceder a los espacios más difíciles.
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Lo siguiente será limpiar los marcos con una bayeta humedecida en una solución de agua y amoníaco cuando se trata de ventanas de pvc o aluminio, o una solución con agua y vinagre de limpieza para marcos de madera. También podrán utilizarse productos de limpieza profesionales específicos. Posteriormente se aclararán los productos y se secará la superficie para eliminar los restos de humedad.
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La parte interior de las persianas se puede limpiar bajándolas totalmente y eliminando el polvo primero con una bayeta seca. Posteriormente se utilizará una bayeta humedecida en una solución de agua con amoníaco u otro producto limpiador dando pasadas horizontales en paralelo a las lamas. Al igual que en el caso de los marcos, hay que retirar los restos de producto con otra bayeta mojada y escurrida y secar por último utilizando otro trapo. La parte exterior de las persianas se limpia de la misma manera, bien desmontándolas o accediendo a ellas con el material adecuado o desde fuera.
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Para limpiar los cristales se realizará un procedimiento de fregado extendiendo una solución jabonosa por todo el cristal. Después se utilizará una bayeta mojada y escurrida en agua y con ella se retirará la mayor parte del jabón y suciedad acumulada. Finalmente con una raqueta de cristalero provista de labio de goma, se irán realizando pasadas desde la parte superior de un lateral hacia abajo y en abanico. En cada pasada, se limpiará el labio de la raqueta sobre un paño y se continuará realizando pasadas hasta completar toda la superficie.
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El último paso será el secado de los cristales mediante un paño de algodón o bayeta de microfibra que no desprenda pelusas y evitar que no quede ni una marca.
Seguridad en la limpieza de cristales
Cuando se trata de grandes edificios con fachadas acristaladas, en zonas exteriores se precisa el uso de góndolas, elevadores o plataformas para prestar el servicio de limpieza y garantizar los mejores resultados. Por ello, es importante que la actividad esté bajo los parámetros del departamento de prevención de riesgos laborales de la empresa, que dotará al personal de todas aquellas herramientas de seguridad necesarias (EPI’s), así como formación específica para realizar actividades de limpieza en altura.
¿Te gustaría realizar una limpieza profesional de cristales en tu casa o empresa? ¡Pregúntanos sin compromiso!
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