¿Estás pensando en realizar una limpieza profunda en tu casa? Aprovecha el cambio de estación y no esperes más para darle un aire fresco a tu hogar con la limpieza de primavera. El invierno es una época en la que nuestra casa permanece cerrada muchas horas para resguardarse del frío y cuando el buen tiempo asoma, las estancias piden a gritos que les entre un poco de sol y oxigeno. Además en esta época proliferan las alergias, así que debes poner especial atención en mantener las habitaciones libres de polvo y ácaros. ¡En el artículo de hoy te damos 10 consejos para ponerla a punto!
- Ventilación. Empieza abriendo todas las ventanas para que se renueve bien el aire de todas las estancias. Actualmente existen tratamientos de ozonización realizados por personal profesional que ayudan a mantener un ambiente limpio y purificado.
- Planifica la limpieza por zonas, empezando por las que no se limpian a diario y comienza por las zonas más altas sin olvidar las partes superiores de los armarios, ya que así el polvo caerá y lo recogerás todo.
- Limpia las paredes con jabón neutro diluido en agua. Prepara la cantidad necesaria para toda la pared porque de pararte a mitad de camino, puedes crear una marca difícil de eliminar. Empieza por la parte de abajo y trabaja yendo hacia arriba.
- Pasa el aspirador por toda la casa. Esta herramienta resulta más eficaz que la escoba, ya que ésta última desplaza el polvo y la suciedad de un lugar a otro, pero no lo acaba de eliminar del todo. Para prevenir alergias este paso es imprescindible durante la limpieza de primavera, especialmente si hay alfombras o moquetas.
- ¿Te preocupa el medio ambiente? Apuesta por productos naturales con propiedades desinfectantes como el vinagre, bicarbonato, sal y limón.
- ¡No te olvides de los techos! Dales un repaso con el accesorio para tapicerías del aspirador o con un cepillo de mango largo cubierto por un paño limpio. Si tienes ventiladores de techo, limpia también sus aspas para que el polvo acumulado no se esparza al ponerlos en marcha cuando comience el calor. Limpia lámparas y bombillas delicadamente con un plumero. Si tienen manchas o suciedad pásales una esponja o un paño húmedo con cuidado, sin empaparlas, de lo contrario chorrearán hacia el suelo.
- Desinfecta los interruptores, albergan millones de bacterias. Límpialos primero con un paño húmedo bien escurrido, y si queda alguna mancha, retírala con un algodón mojado en producto desinfectante. Es posible que el interior de los bordes haya acumulado suciedad, retira el embellecedor con un destornillador y limpiralo bien (no olvides desconectar la luz para evitar sustos).
- Suelos de madera siempre listos. Pásales una mopa y utiliza un paño húmedo para eliminar las manchas. Si están impermeabilizados puedes limpiarlos con una fregona bien escurrida. Para eliminar las rayas y zonas desgastadas, frota con un estropajo o una lija y después aplica betún marrón mezclado con cera para igualar el color.
- Limpieza profunda de aceros y griferías. Con una bayeta húmeda con agua y quitagrasas limpia todas las baldosas de la cocina, también dale un repaso a la campana y a los fogones. Si apuestas por lo ecológico, puedes utilizar agua con limón. Haz lo mismo con las baldosas, grifos y retretes del baño, pero esta vez utilizando agua con un poquito vinagre. Acaba la limpieza profunda del baño con lejía.
- Armarios. Vacía los armarios y límpialos por dentro con un paño húmedo, insiste especialmente en los de la cocina ya que pueden acumular grasa y otros residuos. Aprovecha para tirar todas las cosas que no utilices y ordenar las que tienes.
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